Hace ya algunos meses que saltó a los
medios una trágica noticia, “las aceiteras no volverán a
utilizarse en nuestros bares y restaurantes”. Cuando lo escuchas
todos los recuerdos que has tenido con aquel objeto pasan por tu
cabeza en unos segundos. ¿Cuantas veces te has tomado una tostada
derramando un buen “chorreón” de aceite por encima?. Entonces
empiezas a ver el significado que tiene para tu vida, te duele ese
corazón jaenero, y ves como tanto a pequeños fabricantes y
hosteleros le añaden un lastre más en su pesada carga legislativa,
y para colmo “con la que está cayendo”. Pero una vez que se te
ha pasado en primer cabreo, empiezas a analizar la situación.
¿Quienes son los directamente
afectados? Está, claro que los hosteleros, son el prime eslabón de
esta cadena, y está claro que tiene que tomar dos decisiones. La
primera comprar monodosis de aceite de oliva y la segunda vender
tostadas como si se tratase de otro servicio de cocina más. Me
refiero que cualquier bar podrá realizar unas tostadas, ensaladas,
con su aceite correspondiente dentro de la cocina como si se tratase
de otra ración más.
¿Quienes son los segundos afectados?
Está claro que los fabricantes, que tendrá que adaptarse envasado y
como siempre el mas grande tendrá mas capacidad. Pues es hora de
apoyarse mutuamente, arroparnos y ayudarnos, para que entre todos los
productores pequeños puedan rentabilizar cuanto antes estas
inversiones, incluso porqué no surgir alguna nueva idea de negocio.
Y por último estamos los consumidores,
que tendremos que asumir unos costes, que debemos de ser cocientes,
pero también se nos abre otra dimensión, mas información, un
restaurante puede tener diversos aceites de oliva distintos y poder
probar cada mañana uno e incluso en algunos casos mas higiene.
Si nos paramos a pensar y yo me
considero jóven, no hace mas de 30 años, los mondadientes no
estaban envasados, el azúcar estaba en su azucarero y el aceite se
compraba a granel en la cooperativa.
Son cambios que no han costado pero que
creo que nos ha hecho mejorar, espero que con este pase lo mismo.
Con todo mi cariño, y un gran corazón
espero haber aportado mi granito de arena a mi tierra.
José Ángel Herreros
Asesor Empresarial
No hay comentarios:
Publicar un comentario